Es un trastorno oftalmológico provocado por la progresiva opacidad del cristalino y en consecuencia la disminución de la agudeza visual. Se pueden manifestar, en su estado inicial, por una sensación de deslumbramiento, la disminución de la sensibilidad a los contrastes, así como dificultades para percibir el relieve y los colores.

Las posibilidades de tener cataratas aumentan con la edad. Afectan al 20% de la población de más de 65 años, a más del 35% de los mayores de 75 y a más del 60% de quienes han superado los 85.