Fumar adelanta la menopausia y aumenta el riesgo de cáncer de mama

El “Programa para dejar de fumar las mujeres”, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong-Kong, indica que el tabaco produce daños específicos en el aparato reproductor femenino, como trastornos menstruales, adelanto de la menopausia uno o dos años con respecto a las mujeres no fumadoras, aumento de las posibilidades de infertilidad y mayor riesgo de cáncer de cuello y de mama.

En mujeres embarazadas el consumo de tabaco puede provocar complicaciones del embarazo, como placenta previa (la cual puede ocluir el cuello del útero impidiendo la salida del feto), ruptura prematura de las membranas, nacimiento prematuro, aborto involuntario, crecimiento fetal retardado, muerte súbita del recién nacido y aumento del riesgo en el niño de ser a su vez fumador.

El objetivo del programa es promover el abandono del hábito del consumo de tabaco por parte de las mujeres y favorecer y apoyar a aquéllas que desean hacerlo proporcionándolas asesoramiento personal o telefónico.

El programa realizó un estudio desde el 1 de noviembre de 2006 hasta el 31 de diciembre de 2008 con 274 mujeres fumadoras a las que se hizo un seguimiento de tres meses.

Las mujeres tenían una media de edad de 35 años, el 94 por ciento había recibido enseñanza secundaria o superior y un 66 por ciento trabajaba. Por término medio habían comenzado a fumar a los 18 años de edad, llevaban fumando cerca de 17 años y consumían unos 14 cigarrillos diarios.

Las mayores dificultades que encontraron las mujeres participantes para dejar de fumar fueron, entre otras, el contacto social con otros fumadores, el estrés, el consumo de alcohol o café y los síntomas por el síndrome de abstinencia del tabaco.

Alrededor de un 24 por ciento de las mujeres dejó de fumar. La media de cigarrillos consumidos se redujo de 14 a 7 cigarrillos al día.   

Tras un seguimiento de 3 meses dentro del programa se consiguió mejorar el estado de salud percibido por las participantes, se redujo la dificultad para dejar de fumar, se aumentó la confianza en dejar el hábito, se incrementó la eficacia para resistir la tentación de volver a fumar y se ganó en calidad de vida.