Tratar la osteoporosis puede prevenir el cáncer de mama

Los fármacos para la osteoporosis podrían reducir hasta un 40 por ciento el riesgo de cáncer de mama, según un estudio del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle (Estados Unidos) que se publica en la revista ‘British Journal of Cancer’.

La investigación descubrió que las mujeres que utilizaban fármacos de bisfosfonato durante más de dos años tenían casi un 40 por ciento menos de riesgo en comparación con aquellas que no los tomaban.

Según explica Polly Newcomb, directora del estudio, "este gran estudio proporciona nuevas evidencias de que el uso de bisfosfonatos está asociado con una importante reducción en el riesgo de cáncer de mama".

El efecto protector se observó sólo entre las mujeres que no estaban obesas. "Las mujeres obesas podrían tener niveles elevados de estrógeno por lo que las hormonas subyacentes podrían influir en la capacidad de los bisfosfonatos para reducir el riesgo de cáncer de mama", añade Newcomb.

Se desconoce la forma en la que estos fármacos podrían prevenir el cáncer de mama pero la investigadora apunta que estos medicamentos podrían afectar al funcionamiento celular y ser importantes en el desarrollo y muerte celular, en concreto en la muerte de tumores o incluso la enfermedad premaligna.

Los investigadores han descubierto que algunas clases de bisfosfonatos producen de forma directa el suicidio celular (apoptosis), inhiben la formación del suministro sanguíneo de los tumores (angiogénesis) y evitan la capacidad de las células tumorales para unirse a otras células.

En el estudio participaban cerca de 6.000 mujeres de Wisconsin (Estados Unidos) de entre 20 y 29 años. La mitad de ellas habían sido diagnosticadas con cáncer de mama invasivo y la otra mitad no. Las mujeres fueron entrevistadas en relación a su salud ósea, sus antecedentes de fracturas, si habían recibido un diagnóstico de osteoporosis y sobre su uso de bisfosfonatos.

En el análisis se tuvieron en cuenta factores de riesgo del cáncer de mama como los antecedentes de la enfermedad en familiares de primer grado, la edad del primer parto, el consumo de hormonas postmenopáusicas y el índice de masa corporal.

Según concluyen los autores, dado que se tuvieron en cuenta los factores de confusión más importantes, los descubrimientos podrían reflejar beneficios reales debido a los mecanismos antitumorales de estos medicamentos.