Flufenazina
Acción y mecanismo
Antipsicótico. El mecanismo de su acción terapéutica es desconocido, aunque al bloquear los receptores dopaminérgicos del sistema nervioso central, ejerce su principal efecto antipsicótico. A diferencia de otros antipsicóticos, ha demostrado una alta afinidad por los receptores dopaminérgicos 2.
La flufenazina muestra una baja afinidad por los receptores muscarínicos, por los receptores alfa-adrenérgicos y por los receptores de histamina-1, en comparación con otros antipsicóticos tricíclicos.
Debido a éstas propiedades farmacológicas, puede ser considerada como un antipsicótico muy potente con pocos efectos sedativos e hipotensores, aunque las posibles reacciones adversas extrapiramidales son más pronunciadas que con otras fenotiazinas. Sólo presenta leves efectos adversos anticolinérgicos.
Farmacocinética
– Absorción: Al igual que con el resto de fármacos antipsicóticos, la flufenazina se caracteriza por presentar una variabilidad farmacocinética entre individuos, más marcada en las formulaciones orales, siendo la formulación intramuscular la que presenta una absorción y una biodisponibilidad más consistentes. La esterificación de la flufenazina con un ácido graso de cadena larga y su disolución en un vehículo con aceite de sésamo demora la difusión y disponibilidad del fármaco libre liberado del depósito oleoso. Las concentraciones plasmáticas máximas tienen lugar dentro de las primeras 24 horas después de la inyección intramuscular de flufenazina decanoato. Generalmente, la acción empieza entre las 24 y 48 horas después de la inyección de flufenazina decanoato, y el efecto del fármaco sobre los síntomas psicóticos llega a ser significativo a las 48 a 96 horas La flufenazina se fija intensamente a las proteínas plasmáticas (más del 90%).
– Distribución: Las fenotiazinas atraviesan fácilmente la barrera hematoencefálica y la placenta.
– Metabolismo/excreción: La flufenazina se metabolizada sufriendo un metabolismo de primer paso por el hígado, y se excreta tanto en la orina como en las heces. Todavía no se conoce el grado de actividad antipsicótica de los metabolitos La semivida plasmáticas es de aproximadamente 7-10 días.
Indicaciones
– [ESQUIZOFRENIA]: tratamiento de la esquizofrenia.
– [PSICOSIS] paranoide.
Así como terapia de mantenimiento en pacientes crónicos con dificultades para seguir una medicación oral.
Posología
Adultos, im o subcutánea: en pacientes que no hayan sido previamente tratados con fenotiazinas, es aconsejable, antes de administrar flufenazina decanoato, iniciar el tratamiento con una forma de flufenazina de duración más corta (clorhidrato de flufenazina) para determinar la respuesta del paciente a flufenazina y establecer la dosis adecuada.
– Dosis inicial: 12,5 a 25 mg (0,5 a 1 ml).
– Mantenimiento: una única administración puede ser eficaz para controlar los síntomas de esquizofrenia durante 4 semanas o más. Se ha encontrado que durante la terapia de mantenimiento, la respuesta a una dosis única dura 6 semanas en algunos pacientes. La dosis no debe exceder los 100 mg. Si es necesario administrar dosis superiores a los 50 mg, la dosis siguiente así como las posteriores deben realizarse, con precaución, de forma progresiva con incrementos de 12,5 mg.
– Pacientes gravemente agitados: estos pacientes deben tratarse inicialmente con una forma de flufenazina de duración más corta como clorhidrato de flufenazina inyectable. Cuando hayan desaparecido los síntomas agudos, se pueden administrar 25 mg (1 ml) de flufenazina decanoato; las dosis posteriores se ajustarán según sea necesario.
– Aquellos pacientes con hipersensibilidad conocida a las fenotiazinas, o con trastornos que conlleven reacciones excesivas, se debe iniciar el tratamiento con cuidado, administrando clorhidrato de flufenazina oral o parenteral. Se podrá administrar una dosis equivalente de flufenazina decanoato, cuando se obtenga el efecto farmacológico deseado y se haya establecido una dosis adecuada. Los ajustes de dosis posteriores se realizarán de acuerdo con la respuesta del paciente.
– Conversión de la dosis de flufenazina de corta duración a flufenazina decanoato: No hay una fórmula exacta. Dosis orales de 20 mg/día clorhidrato de flufenazina equivalen a 25 mg (1 ml) de flufenazina decanoato cada tres semanas. Esto representa un factor de conversión aproximado de 0,5 ml (12,5 mg) de flufenazina decanoato cada tres semanas por cada 10 mg diarios de clorhidrato de flufenazina.
– Ancianos: dosis de 1/4 a 1/3 de la dosis recomendada para adultos. Si es necesario un incremento de dosis, deberá realizarse de forma gradual.
– Uso pediátrico: No se ha establecido la eficacia y seguridad en niños menores de 12 años.
– Insuficiencia renal o hepática: no se dispone de datos suficientes sobre el ajuste de dosis en pacientes que presenten insuficiencia renal o hepática.
– Normas para la correcta administración: Debe usarse una jeringa seca y una aguja de calibre no menor del 21. El empleo de una aguja o una jeringa húmeda puede hacer que la solución se vuelva turbia.
Contraindicaciones
– [ALERGIA A FENOTIAZINAS], o a cualquiera de los componentes de la formulación.
– Lesión encefálica subcortical sospechada o confirmada.
– Pacientes bajo tratamiento con dosis elevadas de depresores del sistema nervioso central (alcohol, barbitúricos, narcóticos, hipnóticos, etc.).
– Estado de [COMA] o [DEPRESION SISTEMA NERVIOSO CENTRAL].
– [DISCRASIA SANGUINEA] o [HEPATOPATIA].
– [ENFERMEDAD DE PARKINSON].
– [GLAUCOMA EN ANGULO ESTRECHO].
– [HIPERTROFIA PROSTATICA].
– Niños menores de 3 años.
Precauciones
– No se ha demostrado que sea eficaz en el tratamiento de los trastornos de la conducta en pacientes con retraso mental. No se recomienda su utilización en trastornos no psicóticos o tratamiento a corto plazo (< 3 meses).
– [DISCINESIA TARDIA]: Los pacientes tratados con fármacos neurolépticos (antipsicóticos), incluyendo la flufenazina, pueden desarrollar discinesia tardía (DT), síndrome que consiste en movimientos discinéticos involuntarios y que puede ser potencialmente irreversible. Aunque la prevalencia del síndrome parece ser mayor entre los pacientes ancianos, especialmente mujeres, no es posible predecir qué pacientes son más propensos a desarrollar el síndrome. Se cree que tanto el riesgo de desarrollar el síndrome como la posibilidad de que llegue a ser irreversible, aumentan a medida que la duración del tratamiento y la dosis total acumulada de fármacos neurolépticos administrados sea mayor. Sin embargo, aunque es menos frecuente, el síndrome puede desarrollarse después de períodos de tratamiento relativamente cortos con dosis bajas. No existe un tratamiento conocido para los casos de discinesia tardía, aunque el síndrome puede remitir, parcial o completamente, si se interrumpe el tratamiento con neurolépticos. Sin embargo, el tratamiento con neurolépticos, incluyendo flufenazina, puede suprimir total o parcialmente los signos y síntomas del síndrome y en consecuencia, puede enmascarar el proceso. Se desconoce el efecto que la supresión de los síntomas tiene sobre el curso del síndrome a largo plazo.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, los neurolépticos deberán prescribirse de manera que se minimice lo más posible la aparición de discinesia tardía. Generalmente, el tratamiento crónico con neurolépticos deberá reservarse para pacientes que padezcan una enfermedad crónica que se conozca que responde a los fármacos neurolépticos y para pacientes para los que, con igual eficacia, no exista o no sea apropiado un tratamiento alternativo potencialmente menos peligroso. En aquellos pacientes que requieran un tratamiento crónico deberá establecerse la dosis más pequeña y el tratamiento de más corta duración con el que se obtenga una respuesta clínica satisfactoria. Debe evaluarse periódicamente la necesidad de continuar el tratamiento.
Debe considerarse la interrupción del tratamiento con neurolépticos en aquellos pacientes en los que aparezcan signos o síntomas de discinesia tardía. Sin embargo algunos pacientes pueden necesitar el tratamiento a pesar de la presencia del síndrome.
– [SINDROME NEUROLEPTICO MALIGNO] (hipertermia con trastornos del sistema extrapiramidal y autónomo; hiperpirexia inducida por neurolépticos): Se ha descrito un conjunto de síntomas, a veces potencialmente fatal, llamado Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM), asociado con la administración de fármacos antipsicóticos, caracterizado por hiperpirexia, rigidez muscular, alteración del estado mental y evidencia de inestabilidad autónoma (pulso o presión sanguínea irregular, taquicardia, diaforesis y disritmia cardiaca).
El tratamiento del SNM deberá incluir: 1) interrupción inmediata de la administración de fármacos antipsicóticos y otros fármacos no esenciales para la terapia; 2) tratamiento intensivo de los síntomas y vigilancia médica; y 3) tratamiento de cualquier problema concomitante grave para el que exista un tratamiento específico. No existe un criterio general sobre el tratamiento farmacológico específico que se debe administrar en casos de SNM no complicado.
Si el paciente precisa tratamiento con fármacos antipsicóticos después de recuperarse del SNM, se debe considerar con precaución la posible reintrodución de la terapia. El paciente deberá ser estrechamente vigilado, ya que se han comunicado casos de recidivas de SNM.
– Debido a la posibilidad de sensibilidad cruzada, la flufenazina debe emplearse con cautela en pacientes que hayan desarrollado [ICTERICIA COLESTATICA], [DERMATOSIS] u otras reacciones alérgicas a los derivados de la fenotiazina.
– [CIRUGIA]: Los pacientes psicóticos que reciben grandes dosis de fármacos fenotiazínicos deben ser vigilados cuidadosamente si son sometidos a intervenciones quirúrgicas debido a posibles fenómenos hipotensivos, en consecuencia, puede ser necesaria la reducción de las dosis de anestésicos o depresores del sistema nervioso central.
– [INSUFICIENCIA RENAL] y/o [INSUFICIENCIA HEPATICA]: Se han descrito casos de lesión hepática o renal, por lo que debe administrarse con precaución en pacientes que presenten problemas hepáticos o renales, retinopatía pigmentaria, depósitos en el cristalino y la córnea, pigmentaciones y discinesia irreversible con tratamientos prolongados.
– Temperaturas extremas: La flufenazina debe emplearse con precaución en pacientes expuestos a temperaturas extremas debido a que pueden producir un golpe de calor o hipotermiaal alterar la regulación hipotalámica y periférica de la temperatura.
– [EPILEPSIA]: en pacientes con antecedentes de trastornos convulsivos (ya que se han descrito casos de convulsiones tipo gran mal en pacientes que recibían flufenazina).
– [INSUFICIENCIA MITRAL] u otras enfermedades cardiovasculares, o [FEOCROMOCITOMA].
– [HIPOTIROIDISMO], [DEPRESION] y [DIABETES] (excepcionalmente se ha observado pérdida de control de la diabetes en pacientes tratados con fenotiazinas).
– [GLAUCOMA EN ANGULO ESTRECHO], [RETENCION URINARIA], [HIPERTROFIA PROSTATICA]: los efectos anticolinérgicos de la flufenazina pueden agravar la enfermedad.
– Interrupción del tratamiento: Aunque, en general, las fenotiazinas no producen dependencia psíquica, tras la interrupción brusca del tratamiento con dosis altas se ha comunicado gastritis, vómitos, mareos y temblores.
– [TORSADE DE POINTES].Los neurolépticos pueden producir una prolongación del intervalo QTc, pudiendo conducir a la aparición de torsade de pointes. Se deberá guardar precaución, especialmente cuando coexista [BRADICARDIA], [DESEQUILIBRIO ELECTROLITICO], administración conjunta de otros fármacos capaces de prolongar el intervalo QTc o prolongación congénita.
– Los neurolépticos elevan los niveles de prolactina que se mantienen elevados durante la administración.
– Como con cualquier otro medicamento fenotiazínico, el médico debe considerar la posibilidad de desarrollo de neumonías silenciosas en pacientes que reciban tratamientos prolongados.
– [REACCIONES DE FOTOSENSIBILIDAD]: evitar las exposiciones prolongadas al sol, debido al riesgo de fotosensibilidad por fenotiazinas.
El uso de este medicamento puede potenciar el efecto del alcohol.
Advertencias/consejos
– Se recomienda realizar recuentos sanguíneos de rutina, ya que se han notificado casos de discrasias sanguíneas incluyendo leucopenia, agranulocitosis, púrpura trombocitopénica o no, eosinofilia, y pancitopenia. En caso de dolor en la cavidad bucal, en las encías o en la garganta, o cualquier otro síntoma de infección de las vías respiratorias superiores, y si el recuento leucocitario indica una depresión de la médula ósea, debe interrumpirse el tratamiento e instituirse inmediatamente las medidas de soporte adecuadas.
– Evitar la exposición prolongada al sol, o utilizar protectores solares. Utilizar con precaución en climas calurosos, pues aumenta la susceptibilidad a la hipertermia.
– Comunicar al médico si aparece fiebre, dolor de garganta, erupciones, temblores, ictericia o alteración de la visión. Se aconseja la suspensión gradual de tratamientos prolongados, para evitar el síndrome de retirada o la rápida recaida en la enfermedad. Durante tratamientos crónicos deben realizarse recuentos sanguíneos y revisiones oftálmicas periódicas.
– En tratamiento crónico deberá establecerse la dosis más pequeña y el tratamiento de más corta duración con el que se obtenga una respuesta clínica satisfactoria. Debe evaluarse periódicamente la necesidad de continuar el tratamiento.
– Considerars la interrupción del tratamiento con neurolépticos en aquellos pacientes en los que aparezcan signos o síntomas de discinesia tardía. Sin embargo algunos pacientes pueden necesitar el tratamiento a pesar de la presencia del síndrome.
– Evitar la ingestión de bebidas alcohólicas.
Interacciones
– Alcohol etílico: hay estudios con otras fenotiazinas (clorpromazina) en los que se ha registrado potenciación de la toxicidad, con depresión del sistema nervioso central y reacciones extrapiramidales. No se ha establecido el mecanismo.
– Anticolinérgicos: hay estudios con otras fenotiazinas (clorpromazina) en los que se ha registrado disminución de los niveles plasmáticos de la fenotiazina, con inhibición de su efecto, por disminución de su absorción.
– Antidiabéticos: hay algún estudio en el que se ha registrado efecto hiperglucemiante de fenotiazinas como la clorpromazina, lo que podría inhibir el efecto de los antidiabéticos.
– Antidepresivos tricíclicos (desipramina, imipramina): hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos del antidepresivo, con potenciación de la toxicidad, por posible inhibición de su metabolismo hepático.
– Antiepilépticos (carbamazepina, fenitoína, fenobarbital, valproico): hay estudios con otras fenotiazinas en los que se ha registrado variaciones en los niveles plasmáticos de ambos fármacos por afectación de su metabolismo hepático.
– Clonidina: hay algún estudio en el que se ha registrado potenciación de la toxicidad, con aparición de síndrome cerebral, por posible antagonismo a nivel dopaminérgico.
– Fluoxetina: hay algún estudio en el que se ha registrado potenciación de la toxicidad, con manifestaciones neurológicas extrapiramidales. No se ha establecido el mecanismo.
– Hipokalemiantes (agonistas beta-adrenérgicos, anfotericina B, corticoides, diuréticos no ahorradores de potasio, laxantes). La hipopotasemia podría incrementar el riesgo de prolongación del intervalo QT y la aparición de arritmias cardiacas ventriculares graves como la torsade de pointes. Se aconseja extremar las precauciones en estos pacientes, controlando la kalemia y corrigiéndola en caso de hipopotasemia.
– Prolongadores del intervalo QT (adenosina, antagonistas 5-HT3, antiarrítmicos de clase Ia y III, antidepresivos a altas dosis, ciertos antihistamínicos H1, antipalúdicos, trióxido de arsénico, formoterol, contrastes de gadolinio, ivabradina, levacetilmetadol, levosimendan, macrólidos, pentamidina, algunas fluoroquinolonas, dasatinib, sunitinib, suxametonio, tacrolimús, vardenafilo). La administración conjunta de antipsicóticos aumenta el riesgo de aparición de arritmias cardíacas graves, tipo torsade de pointes, potencialmente fatales. Se recomienda evitar la asociación, y si fuera inevitable, monitorizar estrechamente la funcionalidad cardiaca.
– Sales de litio (carbonato de litio): hay estudios en los que se ha registrado potenciación de la toxicidad, con reacciones extrapiramidales. No se ha establecido el mecanismo.
– Tabaco: hay algún estudio en el que se ha registrado disminución de los niveles plasmáticos y aumento del aclaramiento de flufenazina en pacientes fumadores, por posible inducción de su metabolismo hepático, debido a la presencia de hidrocarburos policíclicos en el tabaco.
La flufenazina puede alterar los valores de las siguientes determinaciones analíticas:
– Sangre: aumento (biológico) de transaminasas (ALT y AST), fosfatasa alcalina, bilirrubina, creatina kinasa, gamma glutamiltransferasa (GGT), lactato deshidrogenasa (LDH) y prolactina.
Embarazo
Los estudios sobre ratas con dosis de 100 mg/kg orales de flufenazina no han registrado efectos adversos; en ratones, con la administración de flufenazina (1 mg/kg) y/o difenilhidantoína (50 mg/kg) se registró reducción del peso y la talla fetal, aumento de defectos esqueléticos y dilatación de ventrículos cerebrales. La flufenazina atraviesa la placenta. No hay estudios adecuados y bien controlados en humanos. Aunque existen divergencias, la mayoría de estudios consideran el uso ocasional y a bajas dosis de fenotiazinas seguro para la madre y el feto. Se han descrito casos aislados de ictericia prolongada, hipo o hiperreflexia y efectos extrapiramidales en neonatos con el uso de fenotiazinas cerca del final del embarazo. El uso de este medicamento, en especial durante el 1er trimestre (semanas 6-10), sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras. En los casos extremos en que la embarazada deba ser tratada, algunos clínicos recomiendan el uso de agentes de alta potencia. Se deberá utilizar la menor dosis eficaz durante menor periodo posible, descontinuando el tratamiento al menos 5-10 días antes del parto.
Lactancia
Se ignora si la flufenazina se excreta con la leche materna, no obstante, otras fenotiazinas sí se excretan por lo que puede esperarse el paso de flufenazina a la leche materna. No hay estudios que describan el uso de flufenazina durante la lactancia. La Academia Americana de Pediatría considera el efecto de otras fenotiazinas antipsicóticas (ej, clorpromazina) sobre el neonato desconocido, pero potencialmente importante (p. ej, somnolencia, letargia, distonías y disquinesia tardía). Uso no recomendado en madres lactantes.
Niños
Los pacientes pediátricos pueden ser más propensos a desarrollar reacciones neuromusculares o extrapiramidales, especialmente distonías, siendo especialmente proclives los niños con enfermedades agudas, como varicela, infecciones del SNC, sarampión, gastroenteritis o deshidratación. A causa de que los síntomas extrapiramidales pueden confundirse con los signos sobre el SNC de una enfermedad primaria no diagnosticada responsable del vómito (p. ej, síndrome de Reye) y otras encefalopatías, evitar el uso de antipsicóticos y otras hepatotoxinas en niños y adolescentes cuyos signos y síntomas sugieran la existencia de síndrome de Reye. El uso de flufenazina im o sc no es adecuado en niños menores de 12 años.
Ancianos
Los pacientes geriátricos parecen presentar una mayor predisposición a sufrir hipotensión ortostática y una mayor sensibilidad a los efectos anticolinérgicos y sedantes. También tienen más tendencia a padecer efectos secundarios extrapiramidales, como disquinesia tardía (con signos persistentes, difíciles de controlar y en algunos pacientes irreversibles). Se recomienda observación durante el tratamiento para detectar signos precoces de disquinesia tardía y la reducción o interrupción del tratamiento para evitar una manifestación más grave del síntoma. También se recomienda el control de la función cardíaca. Los ancianos pueden presentar mayores concentraciones plasmáticas de fenotiazinas, por lo tanto, estos pacientes suelen necesitar una dosis inicial menor y un ajuste más gradual de la dosis. Uso precautorio, recomendándose especial control clínico.
Efectos sobre la conducción
Puede afectar al tiempo de reacción por lo que puede alterar la capacidad de conducir vehículos o utilizar maquinaria. No conduzca hasta que conozca cómo le afecta este medicamento y tenga estabilizada su enfermedad.
Reacciones adversas
– Sistema nervioso central: Síntomas extrapiramidales que incluyen pseudoparkinsonismo, distonía, discinesia, acatisia, crisis oculógiras, opistótonos e hiperreflexia. La mayoría de estos síntomas son reversibles; sin embargo, pueden persistir. Como con cualquier otro derivado fenotiazínico, la incidencia y gravedad de estas reacciones adversas dependen más de sensibilidad del paciente que de otros factores, pero tanto la dosis como la edad del paciente también son determinantes.
– Discinesia tardía: el síndrome se caracteriza por movimientos coreoatetósicos involuntarios que afectan a la lengua, la cara, la boca, los labios o la mandíbula inferior (por ejemplo, protusión de la lengua, resoplidos, fruncido de la boca, movimientos de masticación), el tronco y las extremidades. La gravedad del síndrome y el grado de incapacidad que produce, puede variar considerablemente.
– Otros efectos sobre el sistema nervioso central: se han comunicado casos de Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM) en pacientes tratados con fármacos neurolépticos.
Se ha comunicado leucocitosis, fiebre, elevación de creatinin-fosfoquinasa, alteración de la función hepática y fallo renal agudo en pacientes con SNM.
Puede aparecer somnolencia o letargo. Se han descrito casos de agitación, excitación, convulsiones y sueños extraños en algunos pacientes, asociados al tratamiento con derivados de la fenotiazina. Asimismo, pueden aparecer alteraciones electroencefalográficas o en las proteínas del líquido cefalorraquídeo; en raras ocasiones se han descrito casos de edema cerebral.
– Sistema nervioso autónomo: Se ha descrito hipertensión y alteraciones en la presión sanguínea asociados al tratamiento con flufenazina. En raras ocasiones se ha presentado hipotensión . Sin embargo, en pacientes con feocromocitoma, insuficiencia vascular cerebral o renal, o deficiencias de la reserva cardiacas graves (como en la insuficiencia mitral) parecen ser particularmente propensos a reacciones de hipotensión con compuestos fenotiazínicos, y en consecuencia deberán observarse cuando se administre el fármaco.
Otras reacciones incluyen nausea y pérdida de apetito, salivación, sudoración, sequedad de boca, dolor de cabeza y constipación. Generalmente, los efectos sobre el sistema autónomo se controlan mediante la reducción de la dosis o la interrupción temporal del tratamiento.
En algunos pacientes, los derivados de las fenotiazinas pueden ocasionar visión borrosa, glaucoma, parálisis de la vejiga, impactación fecal, íleo paralítico, taquicardia o congestión nasal.
– Efectos metabólicos y endocrinos: Cambios en el peso corporal, edema periférico, hiponatremia, síndrome de secrección inapropiada de hormona antidiurética, lactación anormal, ginecomastia, irregularidades de la menstruación, resultados falsos en las pruebas de embarazo, impotencia masculina, y cambios de la líbido de la mujer.
– Reacciones alérgicas: Prurito, eritema, urticaria, seborrea, fotosensibilidad, ezcema e incluso dermatitis exfoliativa, Debe tenerse en cuenta la posibilidad de reacciones anafilácticas que pueden presentar algunos pacientes. En raras ocasiones pueden aparecer casos de asma, edema de laringe y edema angioneurótico.
– Reacciones hematológicas: Leucopenia, agranulocitosis, púrpura trombocitopénica o no, eosinofilia, y pancitopenia. En caso de dolor en la cavidad bucal, en las encías o en la garganta, o cualquier otro síntoma de infección de las vías respiratorias superiores, y si el recuento leucocitario indica una depresión de la médula ósea, debe interrumpirse el tratamiento e instituirse inmediatamente las medidas de soporte adecuadas.
– Efectos hepáticos: Se han descrito casos de ictericia colestásica con el tratamiento con flufenazina, particularmente durante los primeros meses del tratamiento. En caso de desarrollarse ictericia debe interrumpirse el tratamiento. Se han comunicado alteraciones de las pruebas hepáticas y hepatitis en pacientes que recibían flufenazina.
– Otros efectos: en pacientes psicóticos hospitalizados en tratamiento con fenotiazinas, en raras ocasiones se han descrito muertes súbitas, inexplicables e inesperadas. Los pacientes con antecedentes de lesiones encefálicas o de convulsiones parecen presentar una mayor predisposición a estos casos de muerte súbita, en consecuencia, deben evitarse las dosis elevadas en pacientes con historia previa de convulsiones.
– Otras reacciones descritas en tratamientos de larga duración incluyen fiebre, vómitos, un síndrome similar al lupus eritematoso sistémico y alteraciones electrocardiográficas, así como pigmentación de la piel y alteraciones opacidad de la córnea y del cristalino.
Sobredosis
– Síntomas: En general, los síntomas de sobredosificación constituyen una extensión de los efectos farmacológicos y de las reacciones adversas conocidas, entre los cuales los más importantes son: 1) reacciones extrapiramidales graves, 2) hipotensión o 3) sedación. La depresión del sistema nervioso central pueden dar lugar a coma con areflexia. En el caso de intoxicación ligera o moderada puede aparecer letargia, confusión y excitación.
– Tratamiento: Debe interrumpirse la administración del fármaco y tratarse los síntomas de sobredosis con medidas de soporte adecuadas. Debe intentarse el lavado gástrico hasta varias horas después de una sobredosis por vía oral, seguido de la administración de carbono activo y posteriormente catárticos. En caso de aparecer hipotensión severa, deben instituirse inmediatamente medidas de soporte adecuadas, incluyendo la administración de fármacos vasopresores por vía intravenosa.
El fármaco más apropiado para ello es el bitartrato de levartenerol, no debiendo utilizarse la epinefrina, ya que se ha observado que los derivados de la fenotiazina revierten su acción, ocasionando una reducción adicional de la presión sanguínea.
En caso de reacciones extrapiramidales graves, debe administrarse tratamiento antiparkinsoniano, continuándose durante varias semanas. Este tratamiento debe suspenderse de forma gradual para evitar la aparición de síntomas extrapiramidales de rebote. La experiencia, que es limitada, indica que las fenotiazinas no son dializables. La hemodiálisis, la diálisis peritoneal, las transfusiones y la hemoperfusión forzada no son probablemente eficaces en la sobredosis por fenotiazinas.