Diflunisal
Acción y mecanismo
Analgésico, antipirético, antiinflamatorio no
esteroídico y
antiagregante plaquetario. Es inhibidor del enzima ciclooxigenasa
lo que se traduce
en una inhibición de la síntesis de prostaglandinas.
Químicamente se trata de un difluorofenil derivado del ácido
salicílico, aunque “in
vivo” no se hidroliza a salicilato.
Farmacocinética
Vía oral: Es absorbido amplia y rápidamente (Tmax=2-3 h). Los alimentos retrasan moderadamente la absorción oral. El tiempo preciso para que aparezca la acción es menos de 1 h. El grado de unión a proteínas plasmáticas es del 99%. Es metabolizado en el hígado, siendo eliminado mayoritariamente con la orina (90%) en forma de glucurónidos conjugados, y en una pequeña proporción (5%) con las heces. Su semivida de eliminación es de 8-12 h.
Indicaciones
– [DOLOR]: dolor leve o moderado asociado a contusiones, torceduras y traumatismos; cirugía general, ortopédica, extracciones dentarias y odontomaxilares, postepisiotomía; lumbago, osteoartritis y otras enfermedades reumáticas; dismenorrea primaria.
Posología
Vía oral:.
– Adultos: 1000 mg inicialmente, seguido de 500 mg cada 12 h. Dosis máxima de mantenimiento recomendada, 1500 mg/día.
– Normas para la correcta administración: Ingerir los comprimidos enteros, sin chupar ni masticar. Administrar conjuntamente con las comidas, para reducir la posible intolerancia digestiva.
Contraindicaciones
– Alergia a diflunisal o a [ALERGIA A SALICILATOS], [ALERGIA A AINES (ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDES)].
– Historial de reacciones de [ESPASMO BRONQUIAL] (sobre todo en [CRISIS ASMATICA]), [RINITIS] o [URTICARIA] consecutiva a la administración de antiinflamatorios inhibidores de la síntesis de prostaglandinas.
– [ULCERA PEPTICA] o [HEMORRAGIA DIGESTIVA] reciente: puede exacerbarse debido a sus efectos ulcerogénicos. Aumenta el riesgo de hemorragia gastrointestinal.
– [HEMORRAGIA], [HEMOFILIA] o [HIPOPROTROMBINEMIA]: aumenta el riesgo de hemorragia debido a la acción antiagregante plaquetaria.
Precauciones
– [ASMA] crónico: existe un riesgo mayor de reacción de hipersensibilidad broncoespástica.
– [HIPERTENSION ARTERIAL]: debido a la posibilidad de producir retención de líquidos, puede agravar la hipertensión.
– [INSUFICIENCIA HEPATICA]: dado que es metabolizado mayoritariamente en el hígado, debe ajustarse la dosis al grado de incapacidad funcional del mismo. Además, en insuficiencia hepática, la inhibición de la agregación plaquetaria producida por el ácido acetilsalicílico, puede aumentar el riesgo de hemorragia.
– [INSUFICIENCIA RENAL]: dado que se elimina mayoritariamente por vía renal, debe ajustarse la dosis al grado de incapacidad funcional renal.
Advertencias/consejos
Las reacciones gastrointestinales pueden reducirse administrando las tomas junto con las comidas.
Existe sensibilización cruzada entre los salicilatos y otros antiinflamatorios no esteroídicos.
La administración de ácido acetilsalicílico a niños con gripe o varicela ha sido asociada a la aparición, muy infrecuente pero extremadamente grave, de síndrome de Reye, si bien ello no ha sido asociado con el uso de diflunisal, no puede excluirse dada la relación estructural entre ambos fármacos.
Interacciones
– Acetazolamida: hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de acetazolamida, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por desplazamiento de su unión a proteínas plasmáticas e inhibición de su excreción renal.
– AINE, incluyendo dosis antiagregantes de ácido acetilsalicílico. Aumenta el riesgo de úlcera péptica y hemorragia gástrica.
– Antiácidos: posible disminución de las concentraciones de diflunisal.
– Anticoagulantes orales (acenocumarol, warfarina): hay estudios en los que se ha registrado posible potenciación del efecto anticoagulante, con riesgo de hemorragia.
– Diuréticos: hay estudios en los que se ha registrado disminución del efecto diurético de furosemida, por posible antagonismo a nivel de su acción renal.
– Glibenclamida: hay algún estudio en el que se ha registrado hipoglucemia, por posible desplazamiento de la sulfonilurea de su unión a proteínas plasmáticas.
– Indometacina: hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de indometacina (30-35%), con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por posible competición a nivel de conjugación y en el proceso de secreción tubular activa.
– Probenecid: hay algún estudio en el que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de diflunisal, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por disminución de su aclaramiento renal.
Embarazo
Categoría C de la FDA. Los estudios sobre animales han registrado efectos teratógenos (malformaciones en las vértebras y costillas fetales) en conejos, aunque no en ratones ni en ratas. También se ha registrado toxicidad materna y embrional (aumento de las resorciones fetales) en conejos. Los salicilatos atraviesan rápidamente la placenta. No hay estudios adecuados y bien controlados en humanos. El uso crónico con dosis altas de salicilatos durante el 3er trimestre puede prolongar gestación, lo que podría dar lugar a daño o muerte fetal por disminución de la función placentaria, y aumentar el riesgo de hemorragia antenatal materna, además, el uso durante las 2 últimas semanas podría aumentar el riesgo de hemorragia fetal o neonatal. El uso regular o excesivo durante la fase final del embarazo teóricamente podría dar lugar al cierre prematuro del ductus arteriosus fetal, asimismo se aumenta el riesgo de parto con producto muerto o de muerte neonatal (posiblemente por hemorragia antenatal, cierre prematuro del ductus arteriosus y menor peso del neonato); sin embargo, ésto no se observó en estudios con dosis terapéuticas. El tratamiento crónico con dosis altas de salicilatos durante la fase final del embarazo puede prolongar y complicar el parto y aumentar el riesgo de hemorragia materna o fetal. El uso de este medicamento sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras; no recomendándose el uso crónico o dosis elevadas, especialmente durante el 3er trimestre.
Lactancia
El diflunisal se excreta con la leche materna en concentraciones del 2%-7% de las plasmáticas maternas. Existe riesgo potencial de efectos en la función plaquetaria del recién nacido. En general se recomienda suspender la lactancia materna en madres lactantes con terapia a largo plazo y/o dosis elevadas; sin embargo, algunos expertos determinan que dosis únicas ocasionales de salicilatos no parecen tener riesgo significativo para el lactante.
Niños
La seguridad y eficacia del uso de diflunisal en niños menores de 12 años no han sido establecidas. Aunque no hay datos epidemiológicos concluyentes, el uso de salicilatos en niños con enfermedades febriles agudas, especialmente gripe y varicela, podría estar asociado con el desarrollo de síndrome de Reye (encefalopatía de origen hepático, con elevado índice de mortalidad). Por ello, es preferible evitar el uso de salicilatos en niños con enfermedades virales. Los niños con fiebre o deshidratados, también pueden ser más susceptibles a otras formas de toxicidad por salicilatos. Se recomienda control especial de los niveles séricos de salicilatos en niños con enfermedad de Kawasaki, ya que las concentraciones terapéuticas de salicilatos en plasma pueden ser difíciles de conseguir al alterarse su absorción durante los estadíos febriles iniciales de la enfermedad; a medida que pasa el estado febril mejora la absorción por lo que si no se reajusta la dosis puede producirse toxicidad por salicilato. Uso no recomendado en menores de 12 años.
Ancianos
Los pacientes geriátricos pueden ser más sensibles a los efectos tóxicos de los salicilatos, posiblemente debido a una menor función renal. Pueden requerirse dosis menores, especialmente para el uso a largo plazo.
Reacciones adversas
Los efectos adversos de diflunisal son, en general, infrecuentes aunque moderadamente importantes en algunos casos.
En la mayor parte de los casos, los efectos adversos son una prolongación de la acción farmacológica y afectan principalmente al aparato digestivo. Los efectos adversos más característicos son:
-Ocasionalmente (1-9%): náuseas, dispepsia, vómitos, úlcera gástrica, úlcera duodenal, hemorragia gastrointestinal (melenas, hematemesis),
erupciones exantemáticas, insomnio, somnolencia, mareos, tinnitus, cefalea, astenia.
-Raramente (<1%): urticaria, dermatitis exfoliativa, eritema multiforme, necrolisis epidérmica tóxica, fotodermatitis, prurito, úlcera y hemorragia
gastrointestinal, gastritis, anorexia, ictericia colestática a veces con fiebre, hepatitis, trombocitopenia,
agranulocitosis, anemia hemolítica, insuficiencia renal, nefritis intersticial aguda, hematuria, proteinuria, confusión, alucinaciones, desorientación, vértigo, parestesia, visión borrosa, espasmo bronquial, reacción anafiláctica, angioedema, vasculitis.
Sobredosis
– Síntomas: náuseas y vómitos, zumbidos de oídos, seguidos de hiperpnea, hiperactividad, hipertermia y convulsiones. La estimulación del SNC pasa rápidamente a depresión, con somnolencia, insuficiencia respiratoria y colapso. Alteraciones metabólicas complejas.
– Tratamiento: Vaciado del estómago precoz, administrando jarabe de ipecacuana en los 30 min siguientes a la ingestión. Si es demasiado tarde, administrar carbón activado. Son fundamentales la buena hidratación y la protección de la función renal. Al principio puede administrarse dextrosa al 5% en suero salino normal, que se interrumpirá cuando se añada el bicarbonato. En pacientes que precisen ventilación mecánica, puede ser necesario aplicar la hiperventilación, para favorecer la pérdida de CO2, hasta que el desequilibrio ácido-base se corrija. Los pacientes con hipertermia, hiperactividad y convulsiones, corren riesgo de rabdomiolisis, que debe sospecharse cuando aumentan los niveles de creatina cinasa y la mioglobina urinaria.