Litio,cloruro
Acción y mecanismo
Agente de diagnóstico. Los niveles sanguíneos de litio que se alcanzan con la administración de cloruro de litio como agente de diagnóstico se sitúan en un pico transitorio de litio de entre 0,2 y 0,8 mM en la sangre arterial. Este máximo es registrado por un electrodo selectivo del ión de litio, situado en una cubeta de flujo que recibe muestras de sangre de la vía arterial. La dilución del litio se utiliza para calcular el flujo sanguíneo del paciente (l/min).
Tras su primer paso y la distribución por el fluido extracelular y el tejido, la concentración del ión de litio queda por debajo del límite inferior recomendado del litio para el tratamiento de la manía.
Las recomendaciones posológicas de 0,075 a 0,3 mmol por determinación, a un intervalo de más de 5 minutos, y con una dosis acumulativa máxima de 3 mmol, se calcularon en relación al “peor de los casos”. Esto incluía volúmenes compartimentales muy disminuidos, bajo peso corporal y ausencia total de excreción del litio; y, en estos casos, con la administración de la dosis máxima permitida a la frecuencia máxima.
Farmacocinética
La solución inyectable es una solución isotónica plenamente ionizada. La sustancia marcadora es el ión litio, administrado por vía iv como inyección en bolo. El litio no se metaboliza y, por consiguiente, la farmacocinética se concentra en la distribución y excreción.
– Distribución y excreción del litio: los datos farmacocinéticos cuadran con un modelo que consiste en un compartimiento central constituido por el fluido extracelular, es decir, plasma y fluido intersticial, y dos compartimientos periféricos. Los volúmenes de distribución en el fluído extracelular y compartimientos superficial y profundo en un varón de 71 kg son: 16,4, 19,4 y 3,2 litros, respectivamente.
En el uso descrito del cloruro de litio como sustancia marcadora para determinar el gasto cardíaco no hay claramente una fase de absorción (en contraste con el litio administrado por vía oral), y el valor máximo en el plasma arterial (0,2 a 0,8 mmol/l) se alcanza durante el primer paso por la circulación. El nivel sanguíneo disminuye continuamente a partir de entonces, según se redistribuye y excreta el ión litio. La concentración máxima, mucho menor que en el caso de los pacientes que reciben litio por vía oral, se limita al compartimiento intravascular desde el que es distribuido a los tejidos y filtrado por los glomérulos renales.
Indicaciones
– [PRUEBA FUNCIONAL DEL GASTO CARDIACO].
Posología
Vía iv (Adultos, > 40 kg):
– Dósis óptima: la constituye la dosis mínima que pueda alcanzar una concentración máxima de litio en sangre arterial en el intervalo de 0,2-0,8 mM, utilizando una dosis de 0,075 mmol (0,5 ml), 0,15 mmol (1 ml) ó 0,3 mmol (2 ml) del medicamento.
– Número elevado de determinaciones de gasto cardíaco: es preferible comenzar con una dosis elegida como objetivo de 0,15 mmol (1 ml de la solución). El monitor del Sistema LiDCO mostrará ‘alerta’ en el caso que la dosis produzca una curva con una altura del pico menor de 0,2 mM. Se permiten picos entre 0,1 y 0,2 mM pero la determinación podrá ser menos exacta. Si el pico no se encuentra entre el intervalo deseado, se ajustará la dosis recordando que una sola dosis no podrá ser mayor de 0,3 mmol (2 ml), ni inferior a 0,075 mmol (0,5 ml ). Deben esperarse al menos 5 minutos antes de otra determinación de gasto cardíaco de litio.
– Dosis máxima: 0,3 mmol (2 ml) de cloruro de litio. La dosis máxima acumulativa de cloruro de litio no deberá ser mayor de 3 mmol.
– Nota: una sola determinación de LiDCO dentro del intervalo del pico de la curva de dilución elegida como objetivo es suficiente para proporcionar una lectura del gasto cardíaco con la misma precisión y exactitud que la media de tres determinaciones con termodilución.
– Normas para la correcta administración: este producto sólo se debe utilizar según el manual del usuario del sistema LiDCO que se entrega con el equipo de monitorización y únicamente deberá utilizarse en la unidad de cuidados intensivos médica y quirúrgica, quirófanos y urigencia. La dosis de litio se administra por inyección iv a través de un catéter venoso central.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad a los compuestos de litio.
– [TRASTORNOS BIPOLARES]: pacientes que estén actualmente en tratamiento con litio para el control del trastorno bipolar.
Precauciones
– [SHUNT IZQUIERDA-DERECHA]: en casos de shunt intracardíaco (como infarto de miocardio con ruptura de septum interventricular), la determinación del gasto cardíaco se distorsionará si se determina con el Sistema LiDCO, al igual que ocurriría si se determinara mediante el método de termodilución. En tales casos, deberá considerarse un método alternativo para determinar el gasto cardíaco.
Advertencias/consejos
– Este medicamento debe utilizarse únicamente junto con el Sistema LiDCO
– Deberán seguirse las recomendaciones posológicas. Se dan inexactitudes de los niveles sanguíneos por encima de 0,3 mM, y el litio es tóxico a concentraciones sanguíneas por encima de 1,5 mM.
– Todas las inyecciones de cloruro de litio deben hacerse constar en la historia del paciente.
– Deben dejarse un mínimo de 5 minutos entre determinaciones secuenciales del gasto cardíaco con el Sistema LiDCO.
– La sangre eliminada no debe devolverse al paciente, dado que pudiera coagularse en la bolsa y/o contaminarse con partículas que se desprendan por el contacto con el material del sensor.
– Debe evitarse el uso del Sistema LiDCO durante los 30 minutos siguientes a las inyecciones o las infusiones intravenosas rápidas de miorrelajantes, p. ej., bromuro de vecuronio, besilato de atracurio y bromuro de pancuronio. Estos agentes interfieren en el rendimiento del electrodo de litio y tiene que evitarse su uso simultáneo.
– Los sensores de litio también se ven afectados por otras sustancias químicas, especialmente detergentes/tensoactivos y disolventes. En ocasiones ha habido también problemas con los contaminantes presentes en los productos para infusión de solución salina, como por ejemplo las bolsas de solución salina.
– El uso del Sistema LiDCO requiere la administración en bolo del cloruro de litio y de la solución salina, seguida de la recogida de muestras de sangre arterial. Únicamente el personal médico adecuadamente cualificado para administrar líquidos por vía intravenosa y usar catéteres arteriales periféricos deberá utilizar el sistema. Deberán adoptarse las precauciones habituales para evitar: infección del paciente, desconexión del catéter o vía, pérdida de sangre arterial o venosa y embolia gaseosa.
– El uso simultáneo de bisturís eléctricos, equipos de electrocirugía, desfibrilación y rayos X causará una interferencia transitoria del trazado del monitor del Sistema LiDCO. En estas circunstancias no deben hacerse determinaciones. No se conoce una interferencia de este tipo con la irradiación infrarroja o con los equipos que generan irradiación por radiofrecuencia.
– La infusión del cloruro de litio no se realizará a través de una vía utilizada para la infusión de vasoactivos u otros fármacos potentes.
Interacciones
– Diuréticos del asa. Se han descrito algunos casos de intoxicación por litio.
Embarazo
Hay datos disponibles de que las dosis terapéuticas normales de litio tienen un efecto teratógeno en el primer trimestre del embarazo, con un riesgo de anomalías cardiacas, concretamente de la anomalía de Ebstein, notablemente incrementado. Uso no recomendado.
Lactancia
Aunque el litio se redistribuye por el fluido extracelular, la lactancia está permitida tras la administración de Cloruro de Litio 0,15 mmol/ml para medir el gasto cardíaco.
Sobredosis
Para que se produzca toxicidad por litio, tendrían que sobrepasarse cinco veces las recomendaciones posológicas.
– Síntomas: Las manifestaciones iniciales de la toxicidad por litio a menudo afectan al sistema nervioso central e incluyen, somnolencia, confusión, vértigo, apatía, temblor de manos y disartria. En ocasiones se observan síntomas gastrointestinales como una disminución del apetito, náuseas, vómitos o diarrea. Generalmente van seguidos de rigidez muscular o fasciculaciones, ataxia ligera, tinnitus, aumento de letargia, aumento de reflejos en los tendones, visión borrosa y nistagmo vertical.
La intoxicación con litio puede evolucionar en alteraciones de la consciencia, aumento de fasciculaciones y ataxia, temblores de las extremidades irregulares y temblores gruesos, movimientos coreoatetósicos, rigidez en rueda dentada y otros signos neurológicos locales. Podrán producirse coma, espasmos musculares, contracciones gruesas de los músculos, convulsiones tonicoclónicas generalizadas, síncope cardiovascular con oliguria y anuria y muerte. Podrá producirse disritmias, aumento en la duración del intervalo QRS, inversión de las ondas T e infarto de miocardio.
El desarrollo clínico de la intoxicación con litio es bastante variable, por tanto, los pacientes podrán presentar alguno de los signos y síntomas anteriormente descritos.
– Tratamiento: El tratamiento para la intoxicación con litio es principalmente un tratamiento complementario y depende del estado clínico del paciente y de la concentración sanguínea de litio. La toxicidad de litio leve responde por lo general a la interrupción temporal del tratamiento y a la corrección de las anomalías líquidas y de electrolitos. Cuando la toxicidad es más grave, el paciente podrá requerir cuidados intensivos. Es esencial discontinuar la administración de litio y de cualquier diurético administrado simultáneamente.
La infusión iv de cloruro de sodio al 0,9% deberá iniciarse cuando se crea que la toxicidad de litio se deba a la depleción total de sodio del cuerpo. La administración rápida de volúmenes grandes de soluciones intravenosas o la administración de potasio o de un diurético no proporcionan aparentemente ningún beneficio adicional. Aunque los diuréticos puedan aumentar la eliminación del litio, no es suficiente el aumento de la eliminación para ser de utilidad en la intoxicación con litio.
Se recomienda hemodiálisis durante 8-12 horas cuando la concentración sanguínea de litio supera 3 mM, cuando la concentración sanguínea es de 2-3 mM y el estado del paciente se deteriora, cuando las anomalías líquidas o de electrolitos no responden al tratamiento complementario, cuando el aclaramiento de la creatinina o volumen de orina disminuyen sustancialmente o cuando la concentración sanguínea de litio no disminuye por lo menos un 20% en 6 horas. Las concentraciones sanguíneas de litio generalmente vuelven a aparecer en un plazo de 5-6 horas de la hemodiálisis debido a la redistribución, siendo necesario generalmente repetir los ciclos de hemodiálisis. El objetivo de la hemodiálisis es producir una concentración sanguínea de litio inferior a 1 mM una vez realizada una hemodiálisis de 8 horas. La diálisis peritoneal es menos eficaz en eliminar el litio y se utiliza sólo cuando no es posible la hemodiálisis.