Son aquellas lesiones osteo-musculares producidas en el aparato locomotor, como consecuencia, fundamentalmente, de sobreesfuerzos, alcances y posturas forzadas, desarrollados o adoptadas, respectivamente, durante el desarrollo de la actividad profesional.

Dichos daños a la salud afectan tanto a hombres como a mujeres, aunque con características bien diferenciadas.

Las lesiones músculo-esqueléticas en los hombres se localizan en la zona dorso-lumbar, mientras que en las mujeres, de forma más dispersa, en los hombros, el cuello y los miembros superiores.

En los hombres aparecen a menos edad y se manifiestan como consecuencia de sobreesfuerzos por manejo manual de cargas y posturas forzadas, mientras que en las mujeres, aparecen a mayor edad y por movimientos repetitivos refiriendo, por tanto, una amplia variedad de dolor y molestias físicas diversas.

Normalmente sus consecuencias para la salud son consideradas accidentes de trabajo, por ejemplo las lumbalgias, pero también pueden derivar en Enfermedades Profesionales, con ocasión y, a consecuencia de los Micro-movimientos repetitivos realizados durante la tarea.
La prevención de las lesiones por trastornos músculo-esqueléticos no es tarea fácil y debería ser objeto de un tratamiento específico.

A tal fin, el empresario deberá desarrollar acciones de análisis y evaluación de los riesgos, de carácter ergonómico, de adecuación del puesto de trabajo a la persona que lo va a realizar, de utilización de máquinas y equipos de trabajo auxiliares, de uso de equipos de protección individual, así como de vigilancia periódica de su estado de salud.