Es un índice de resistencia a la insulina y de futuras complicaciones cardiovasculares.

En artículos científicos recientes se indica que el medir únicamente el peso puede ser erróneo. Por 2 razones; en primer lugar los individuos muy musculosos pueden dar cifras elevadas que no se deben interpretar como sobrepeso. Recordemos que el problema para la salud es el exceso de grasa corporal, y no tiene importancia la hipertrofia del músculo.  

En segundo lugar, también es muy importante la distribución de la grasa corporal. No supone el mismo riesgo para la salud cuando la acumulación de grasa se produce en el abdomen que cuando es a nivel glúteo femoral.

El patrón de distribución de la grasa diferencia 2 tipos de obesidad: la llamada abdominal o androide, ya que es más característica, aunque no exclusiva de los varones, y la llamada ginoide o glúteo femoral, más característica de las mujeres.

De forma más gráfica, hablamos de obesidad de tipo manzana, o de tipo pera, respectivamente. Es frecuente que en la menopausia se produzca una redistribución de la grasa corporal, pudiendo presentar en esta época también las mujeres una obesidad androide.  

HOMBRES: >95 cm: riesgo elevado

                   >102 cm: riesgo muy elevado

MUJERES: >82 cm : riesgo elevado

                  >90 cm: riesgo muy elevado