Presencia de cálculos en el colédoco, bien porque hayan salido de la vesícula o porque se hayan formado en el colédoco. Puede ser asintomática o, cuando el cálculo se enclava de forma permanente o intermitente, puede producir dolor en el hipocondrio derecho, fiebre e ictericia.

La fiebre refleja la infección de la vía biliar, conocida como colangitis, y suele estar precedida de escalofríos. La ictericia aparece a las pocas horas del dolor (antes de las cuarenta y ocho horas), se acompaña de una coloración oscura de la orina debida a la excreción de bilirrubina por vía urinaria, conocida como coluria, una situación típica que también se describe entre los profesionales como orinas de color "coca-cola".

También nos encontramos con una despigmentación de las heces provocada por falta de pigmentos biliares, que se conoce como acolia o hipocolia. La intensidad y duración de estos síntomas depende del grado de obstrucción de la vía biliar por el cálculo.

La obstrucción permanente del colédoco terminal produce ictericia obstructiva extrahepática que, si no se corrige, puede abocar a cirrosis biliar secundaria. La colangitis grave o prolongada puede complicarse con abscesos hepáticos y sepsis.