Los frutos secos, en general y las nueces en particular se consideran beneficiosos para la salud debido al tipo de grasa que contienen: poliinsaturada.

Cuando se consumen sustituyendo a otros alimentos ricos en grasa saturada disminuyen los niveles de triglicéridos y colesterol LDL, a la vez que elevan el colesterol HDL. Esta es la fórmula perfecta para prevenir las enfermedades coronarias. Además, algunos tipos de nueces contienen ácido elágico.

En los estudios preliminares de laboratorio, el ácido elágico parece que desencadena un proceso denominado apoptosis, por el que se produce la muerte celular de las células cancerosas que se están produciendo (y por suerte, eliminándose mediante la apoptosis) diariamente en nuestro organismo.

También contienen vitamina E, un potente antioxidante que puede evitar las enfermedades cardiacas, y arginina, un precursor de la más potente sustancia vasodilatadora conocida: el óxido nítrico.