Hormona responsable de que el organismo utilice los alimentos de forma correcta.

La insulina está generada por las células beta del páncreas y regula la concentración de glucosa en la sangre. En concreto, se une a un receptor específico de la membrana celular que estimula la síntesis de los transportadores de glucosa, que facilitan la entrada de esta desde la sangre al interior de las células.

La falta de producción de esta hormona por una alteración de las células beta produce la llamada diabetes de tipo I, llamada "diabetes insulino dependiente" (ya que sin la administración de esta hormona no se puede sobrevivir) o diabetes juvenil. Por el contrario, hay situaciones en las que se produce una resistencia a la acción de esta hormona, que desembocaran en una diabetes tipo II.

También se denomina insulina el preparado farmacológico de la hormona, que se utiliza para del tratamiento de la diabetes mellitus.

Hace unos años era de origen porcino, pero actualmente se obtiene por fabricación en el laboratorio. Por su composición química hay que administrarla mediante una inyección debajo de la piel; a veces es necesario pincharse hasta 4-5 veces al día. Sin embargo, no hay que tenerle excesivo miedo al pinchazo, ya que las formas de administración actuales con agujas extremadamente finas y mediante bolígrafos precargados hacen muy fácil y poco dolorosa la administración.

Los distintos preparados de insulina que están disponibles para su prescripción varían en cuanto a rapidez, intensidad y duración de acción. Se clasifican en insulinas de acción ultrarrápida, rápida, intermedia y prolongada, e insulina basal.