Estreñimiento
Esta alteración afecta, casi al 20% de la población española, lo que supone 7 millones de personas, y con mayor frecuencia a las mujeres y a las personas de edad avanzada. No es por sí mismo una enfermedad, sino que es considerado un síntoma.
A pesar de su alta frecuencia, 3 de cada 4 personas no acuden al médico para un correcto tratamiento, principalmente debido a que se vive como un problema que causa pudor o vergüenza hablar de él.
El funcionamiento del intestino es variable dependiendo de cada persona, de la dieta y de las diferentes etapas de la vida, incluso a los niños.
Se dice que una persona padece estreñimiento cuando presenta deposiciones con frecuencia menor de 2-3 veces por semana y habitualmente se acompaña de heces duras y difíciles de expulsar. Hay que destacar en que muchas personas creen tener estreñimiento si no realizan una deposición diaria.
Sin embargo, cada persona tiene su ritmo, y una menor frecuencia no indica necesariamente un problema, a no ser que se produzca una variación importante con respecto al ritmo previo (es decir, un cambio en el ritmo intestinal de reciente aparición). Esto es importante para evitar un tratamiento excesivo.
Las mujeres suelen padecer estreñimiento con mayor frecuencia que los hombres, en relación con los problemas de evacuación que se originan durante los embarazos y en el posparto.
También los niños pueden resultar afectos, en parte debido al excesivo consumo de golosinas y azúcares, y a la escasa ingesta de fibra en su dieta, ya que, si no les acostumbramos, las verduras y las legumbres les resultan poco apetitosas.
Causas
Constipación funcional crónica:
– Malos hábitos alimentarios; restricción voluntaria de líquidos con deshidratación excesiva del bolo fecal, alimentación restrictiva demasiado pobre en residuos y, sobre todo, en celulosa no digerible.
– Alteración del reflejo de la defecación; si un individuo adquiere el hábito de no defecar cuando siente la necesidad, la llegada de materia fecal al recto, que normalmente sólo es un lugar de transito, no desencadena la evacuación intestinal, la materia fecal se acumula en la ampolla.
– Sedentarismo, reposo en cama: enlentecimiento de la motilidad colónica.
-Trastornos psíquicos; la constipación suele ser la expresión de un desequilibrio psicosomático
– Colon irritable
– Lesiones anorrectales dolorosas: a menudo provocan una inhibición refleja de la defecación.
– Constipación orgánica: tumores colorrectales, estenosis inflamatorias, compresiones extrínsecas, rectosigmoiditis por radiación y prolapso rectal.
– Trastornos neurológicos: megacolon, enfermedad de Hirschprung, compromiso medular y central, polineuritis diabética, miopatías.
– Trastornos metabólicos y endocrinos: uremia, porfiria, saturnismo, hipotiroidismo, hipercalcemia y feocromocitoma.
-Medicamentos: Opiáceos, antiácidos, antidepresivos tricíclicos, antiparkinsonianos, anticolinérgicos y clonidina.
La evacuación intestinal insuficiente suele ser asintomática. También puede provocar malestar general, palpitaciones, sensación de distensión.
En ocasiones es posible palpar el sigmoides ocupado por materia fecal. En el tacto rectal, la ampolla puede estar llena de materia fecal dura. Toda modificación de las manifestaciones clínicas de una constipación crónica y, sobre todo, la aparición de sangre macroscópica u oculta en la materia fecal exige un examen exhaustivo.
Las causas del estreñimiento crónico van desde la falta de ejercicio físico, la dieta pobre en fibra, una escasa ingesta de líquidos, a ciertas enfermedades como el hipotiroidismo, la enfermedad de Parkinson o también a factores psicológicos.
Otros casos pueden deberse a alteraciones de la motilidad intestinal, bien por falta de tono de los músculos de la pared del intestino, o bien por espasmos o contracciones del colon que impiden una correcta evacuación.
En el caso de estreñimiento de reciente aparición siempre hay que descartar enfermedades del intestino, en especial obstrucciones mecánicas del colon y recto; en estos casos es importante observar la posible aparición de sangre en las heces.
Ciertos medicamentos, algunos de uso muy común, como los antidepresivos, los derivados mórficos, algunos preparados contra la tos, fármacos antihipertensivos, antiácidos, y diuréticos, entre otros pueden causar estreñimiento como efecto secundario.
Patogenia
– Constipación de tránsito: se debe a una alteración de las contracciones peristálticas, predominantes en el colon ascendente, y de las contracciones anulares, predominantes en el colon transverso y descendente.
La constipación se puede deber a una hipermotricidad colónica con refuerzo de la actividad segmentaria "encarcelante", por ejemplo en el colon irritable, o a una hipomotricidad. Una lesión estenosante de colon, extrínseca o intrínseca, inflamatoria o tumoral, puede enlentecer el tránsito.
– Constipación terminal: dificultad par evacuar el recto (disquecia). Puede ser por trastornos de sensibilidad del recto, como en los ancianos o por un fecaloma. También puede ser por Hipertonía inestable del conducto anal.
Prevalencia
Se ha realizado un estudio sobre el "estreñimiento en la población general" en casi 1500 personas españolas y se han identificado los factores de riesgo de este problema: de los más de 7 millones de personas que sufren estreñimiento el 75% son mujeres y el 40% son personas mayores de 65 años, predominantemente con vida sedentaria.
Además en este estudio se ha demostrado que el estreñido no tiene un horario concreto para evacuar, no presta atención a la urgencia de defecar (por ejemplo, "no va al baño por falta de tiempo"), y evita ir al baño cuando está fuera de casa.
Cuando no se responde a la llamada de la defecación se acaba creando un reflejo condicionado negativo y se produce el estreñimiento. Las costumbres alimentarias también tienen un patrón que favorece el estreñimiento con un bajo consumo de frutas (solo el 28% toma más de 2 piezas de fruta al día) y de verduras y legumbres. Además bebe poco agua y hace poco ejercicio físico.
Consecuencias
El estreñimiento también puede generar otras enfermedades: desde la aparición de hemorroides a las fisuras anales o la diverticulosis colónica. Las hemorroides son dilataciones varicosas de las venas de alrededor del año, que se producen cuando una persona tiene que realizar un esfuerzo excesivo para defecar.
Pueden ser causa de aparición de sangre roja sobre las heces. Las fisuras anales son heridas o desgarros en la piel que rodea al ano, producidas por el esfuerzo realizado para evacuar el material fecal endurecido, que logra rasgar la piel. Pueden ser muy dolorosas.
La diverticulosis del colon son pequeñas bolsas o dilataciones que se producen en la pared del colon, debido a la elevación de la presión dentro del colon.
Suelen ser asintomáticos pero puede producirse una complicación severa, que es la inflamación de los divertículos, llamada diverticulitis. Esta complicación da un cuadro de dolor abdominal intenso, junto con fiebre y en ocasiones es necesaria la intervención quirúrgica para resolverla.
Tratamiento
Evidentemente, lo más adecuado sería utilizar las medidas naturales que se exponen en la tabla a continuación, modificando los hábitos personales incorrectos, aumentando el ejercicio y haciendo una dieta rica en fibra dietética.
Sin embargo, a veces estas medidas no son suficientes y hay que acudir al médico para que establezca un diagnóstico correcto, descarte enfermedades asociadas y paute adecuadamente el uso de laxantes.
El médico hará los análisis oportunos, por ejemplo para descartar alteraciones del tiroides y, según su criterio, aconsejará o no la realización de un estudio del colon mediante radiografía con un enema de bario, o mediante una colonoscopia, para visualizar directamente la pared interna del intestino.
Aproximadamente, entre el 4 al 9% de la población consume laxantes u otras sustancias "depurativas" de venta libre en Farmacias u otros establecimientos.
La automedicación con laxantes, aunque es una costumbre muy extendida, no se recomienda ya que algunos de estos fármacos pueden tener efectos secundarios o ser irritantes para el intestino. El uso prolongado de laxantes estimulantes e irritantes puede favorecer el llamado "síndrome del intestino perezoso" que perpetua la alteración.
Decálogo para combatir el estreñimiento
- Beber abundante agua, (al menos 1.5 litros de agua al día) es una costumbre beneficiosa, no solo para evitar los cálculos renales, sino que también previene el estreñimiento
- Realizar actividad física adecuada a la edad. Además le ayudará a evitar la obesidad. Caminar es un excelente ejercicio.
- Dieta rica e fibra, principalmente en frutas, verduras, cereales con fibra y legumbres
- El consumo habitual de yogur parece mejorar el tránsito en los ancianos estreñidos
- Comer despacio, masticando bien los alimentos
- Educar al intestino a tener un ritmo: tomarse su tiempo para ir a evacuar, preferentemente siempre a la misma hora
- No reprimir la necesidad de evacuar
- No obsesionarse con las deposiciones; cada persona tiene su "frecuencia de deposiciones". En términos médicos, se habla de estreñimiento cuando la frecuencia es menor de 3 veces por semana, y las heces son duras, de poco volumen
- Evitar la automedicación y el uso indiscriminado de laxantes
- Acuda a su médico para que descarte enfermedades causantes y para instaurar el adecuado tratamiento con laxantes