Frío
Con el envejecimiento, disminuye la capacidad del organismo para soportar largos periodos de exposición al frío. Las personas mayores corren el riesgo de presentar hipotermia (cuando la temperatura central del cuerpo humano desciende por debajo de los 35ºC) porque la respuesta corporal al frío puede disminuirse debido a ciertas enfermedades (hipotiroidismo, diabetes, psoriasis, pérdida de grasa…), los vasos sanguíneos se estrechan con la edad, lo cual propicia una reducción del flujo de la sangre, y por tanto, la incapacidad para retener el calor, disminuye la percepción de los cambios de temperatura y, además, las personas mayores son menos activas y generan menos calor corporal.
Entre sus manifestaciones, la hipotermia puede causar somnolencia, confusión y torpeza en los movimientos.
Otros problemas relacionados con el frío son: las quemaduras por el frío, los sabañones y el principio de congelación.