Sarampión Causas de sarampión
La infección se propaga por contacto con gotitas provenientes de la nariz, la boca o la garganta de una persona infectada. El estornudo y la tos pueden lanzar gotitas contaminadas al aire.
La causa del sarampión es un virus muy contagioso, que vive en el moco en la nariz y la garganta de un niño infectado o un adulto. Ese niño o un adulto son contagiosos desde cuatro días antes de que aparezca la erupción hasta cuatro días después.
Cuando alguien con sarampión, la tos, estornuda o habla, las gotitas infectadas de pulverización en el aire, donde la gente puede inhalar. Las gotitas infectadas también pueden aterrizar en una superficie, donde permanecen activos y contagiosos durante varias horas. Usted puede contraer el virus, poniendo los dedos en la boca o la nariz o frotarse los ojos después de tocar la superficie infectada.
Aquellas personas que hayan tenido una infección de sarampión activa o que hayan sido vacunados contra la enfermedad tienen inmunidad contra dicha afección. Antes de la vacunación generalizada, el sarampión era una enfermedad tan común en la infancia que la mayoría de las personas ya había padecido la enfermedad a la edad de 20 años.
Algunos padres no permiten que sus hijos sean vacunados debido a temores infundados de que la vacuna triple viral, que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola, pueda causar autismo. En grandes estudios realizados en miles de niños, no se ha encontrado conexión entre esta vacuna y el desarrollo de autismo.
El hecho de no vacunar a los niños puede llevar a que se presenten brotes de sarampión, paperas y rubéola, todas las cuales son enfermedades de la infancia potencialmente graves.