Es uno de los métodos farmacológicos antitabaco sustitutivos de la nicotina facilitando su progresiva retirada. Los sustitutos de la nicotina suministran nicotina exógena al fumador para mantener los niveles de esta sustancia en sangre y paliar el síndrome de abstinencia. Se va reduciendo la dosis poco a poco hasta suprimirlos.

Los parches transdérmicos se colocan sobre zonas de la piel limpias y sin pelo, en dosis decrecientes. Se utilizan las 24 horas o excepto durante las horas de sueño. Con ellos no debe realizarse ejercicio violento, ya que la vasodilatación cutánea acelera la absorción de la nicotina. Como máximo puede utilizarse durante doce semanas.