Son dietas ampliamente utilizadas en el ámbito hospitalario que deben entenderse no como una clasificación rígida sino como una entidad dinámica basada en la necesidad de adecuarse a las diferentes situaciones por las que puede atravesar un paciente durante la evolución de su enfermedad. Se engloban dentro de este concepto diferentes dietas con modificaciones de la textura en grado decreciente, desde aquellas que obligan a la consistencia más estrictamente controladas, las dietas líquidas, hasta alcanzar la dieta basal.