Los vegetarianos estrictos, nombre con el que se designa a los seguidores de este tipo de dieta, suponen un pequeña proporción de todos los vegetarianos.

No toman ningún alimento origen animal, y la mayoría de ellos tampoco consumen productos que suponen un proceso animal, como la miel. Asimismo, evitan alimentos que contengan incluso pequeñas cantidades de subproductos de origen animal, como la caseína, o aditivos de origen desconocido.

Entra las posibles deficiencias nutricionales de la dieta vegetariana pura estaría el déficit de vitamina B12 sólo presente en alimentos de origen animal, de la que se recomienda suplir ésta necesidad bien en forma de alimentos fortificados o como preparados farmacéuticos. Otros nutrientes de riesgo serían la vitamina D, si no hay exposición al sol o se toman alimentos fortificados (cereales de desayuno, leche de soja…) y el calcio, al no consumir productos lácteos que son su principal fuente, por lo que sería conveniente tomar alimentos fortificados, por último los aportes de cinc también podrían ser motivo de preocupación, ya que su ingesta en este grupo suele ser baja y la biodisponibilidad de este elemento en alimentos vegetales es pobre.